domingo, 27 de mayo de 2012

Tarta de Crema Pastelera y Frutitas

La receta de hoy es muy pero que muy sencilla de hacer, y el resultado es espectacular. Para muestra un botón:


 
Vamos a necesitar:

  • 1 placa de hojaldre  
  • 12 fresas
  • kiwis
  • Moras
  • 50 gr. de azúcar
  • azúcar glas
  • Crema pastelera

La cosa es como sigue. 

Lo primero que deberíais hacer es escoger las frutas que os apetezca poner en vuestra tarta de crema pastelera y cortarlas el rodajitas ni demasaido gruesas ni demasiado finas. Yo opté por las fresas, que están en temporada y salen buenísimas, los kiwis, que dan mucho color, y unas fantásticas moras que encontré por casualidad en la frutería, pero esta tarta se puede hacer con cualquier fruta que os guste: mango, ciruela, higos, cerezas, manzana, pera... Cada cuál...

En un plato grande, ponéis una capita fina de azúcar y sobre ella vais colocando una capa de rodajitas de fruta. Espolvoread azúcar encima de la fruta y colocais otra capa de fruta, con azúcar encima de ésta. Así, tantas veces como capas de fruta tengáis. 

Cuando esté listo, lo dejais macerar hasta que la fruta suelte el jugo y empiece a formarse un jarabe brillante sobre la fruta y al fondo del plato. Con media hora, una hora es más que suficiente.

Mientras la fruta macera, podéis hacer la crema pastelera, que es la parte más "complicada" de esta receta, y ya veréis que está chupada... 

Para hacer una crema pastelera de morirse uno vais a necesitar:
  • 1/2 litro de leche, 
  • 3 yemas de huevo, 
  • 100 gramos de azúcar, o según cómo de dulce se quiera,
  • 40 gramos de harina, 
  • 25 gramos de Maizena, 
  • la corteza de un limón, 
  • 1 vaina de vainilla (sirve vainilla líquida)
  • y una ramita de canela (sirve canela en polvo).
En cuanto a los ingredientes, varias cositas. La primera es que, del medio litro de leche, tenéis que dejar aparte un vaso, para usar separadamente. Y la segunda que, lo ideal es usar una vaina de vainilla y una rama de canela, pero si resultase que no tenéis esos ingredientes en ese "formato", tampoco pasa nada, lo único que notaréis es que el color de la crema es un pelín más oscuro (porque la canela se queda dentro de la crema, en lugar de sacarla en la rama, una vez ha dejado su aroma en la leche; lo mismo con la vainilla).

En un cazo ponemos A FUEGO LENTO (esto es muy importante, si no por qué os creéis que lo he resaltado tanto):
  • la leche (menos el vaso apartado), 
  • la corteza de un limón (previamente lavada), 
  • la ramita de canela (o una cucharadita de canela en polvo, si eso) 
  • y una vaina de vainilla (o un chorrito de extracto, Vahine, por ejemplo). 
Es muy importante que NO LLEGUE A HERVIR, así que, mientras se va calentanto, es recomendable que vayáis controlando la cocción.

Mientras la leche se calienta, en un bol mezcláis el azúcar y las harinas tamizadas. Añadís el vaso de leche que previamente habíais separado del medio litro, y las 3 yemas, y batís bien con la ayuda de unas varillas.

Cuando la leche esté bien caliente (pero no haya hervido) sacad la piel del limón, e incorporad la mezcla del bol. Removed A FUEGO LENTO hasta que la mezcla empiece a engordar y a tener la textura de una crema. No os desesperéis si tarda un poco. Es normal. Si os hierve, entonces probablemente no llegue a espesar, por eso es muy importante mantener la temperatura constante y bajita. 

Tras un buen rato con la varillita para aquí y para allá, finalmente veréis como al fondo se van formando grumitos de crema que paulatinamente irán contagiando al resto hasta que la engorden toda. Cuando alcance la textura deseada (yo os recomiento que esté bastante espesa, en ningún caso líquida, porque, a no ser que vuestro hojaldre sea estanco, tendréis un verdadero problema para que se mantenga en la superfície de vuestra tarta, sin desparramarse por ahí), la apartáis del fuego. 

Yo suelo añadirle una nuez de mantequilla/margarina mezclándola bien, para que no se forme una película o costra al enfriarse, y la dejáis que se ponga a temperatura ambiente.

Encendemos el horno. 200ºC. Empieza la fiesta. :-)

Espolvoreáis vuestra encimera con harina, cogéis vuestra masa de hojaldre y la extendéis. Con ayuda de un rodillo (una botella de vino lavada y enharinada hace la función de rodillo que es una gloria, oigan) la aplanamos hasta dejarla finita finita. Podéis darle la forma que queráis, redonda, cuadrada, o guiñapo irregular, como la que me salió a mí. No importa, estará rica igual. Lo que sí os recomiendo es que los bordes los dobléis o los subáis de alguna manera, para crear una especie de "cajoncito" de hojaldre, para que la crema se quede dentro.

La colocáis en la bandeja del horno cubierta con una papel siliconado o de horno, con un tenedor la pincháis varias veces (para que no se infle). Metéis la masa unos 20 minutos a 200ºC.

Al sacarla, lo único que os queda es verter la crema pastelera sobre la masa de hojaldre horneada, colocar la fruta macerada en azúcar de la manera que más os guste y espolvorearla con un poco de azúcar glas (esto es opcional, por si no habéis tenido suficiente dulce). Tachán: deliciosa.




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